Este pequeño quilt tiene el encanto de lo sencillo. Está inspirado en los Kanthas originarios de Bangladesh, Bengala y algunos estados de la India, donde tradicionalmente las mujeres cosen varias capas de viejos saris usados para crear mantas, fundas para almohadas y otros accesorios textiles. Estas mantas suelen ser, como los propios saris, de colores brillantes y con intrincados estampados. El mío no va del todo en esa línea, pero la técnica que utilicé es básicamente la misma.
Como seguramente sabéis, los saris son piezas rectangulares de tela que las mujeres de la India y otros países del sudeste asiático se enrollan alrededor del cuerpo para vestirse. Todo un arte que podéis ver en este vídeo.
http://www.youtube.com/watch?v=jorqok0ydig
Para hacer un Kantha (palabra que deriva del sánscrito y significa trapo) estas mujeres cosen varios saris formando capas que luego unen mediante puntadas hechas a mano. A veces, estos acolchados siguen las líneas de los dibujos estampados en la tela, otras van formando distintos patrones o motivos (flores, animales, mandalas…) que pueden llegar a ser complicadísimos, pero lo más frecuente es que se trate de líneas rectas a lo largo de todo el kantha. Esto último es lo que yo escogí para el mío y lo hice en varios colores.
Aparte de la idea de reutilizar y aprovechar, que me gusta mucho, hay una historia muy bonita y emotiva detrás de esta tradición. Normalmente, las mujeres guardan sus saris viejos durante años y hacen esta especie de quilts para sus nietos, incluso antes de tenerlos. La tela vieja y muy usada de los saris se vuelve suave y amorosa, ideal para el contacto con la piel del bebé. Así se establece una forma de conexión con la familia, incluso después de que las abuelas ya hayan muerto. Y en algunas familias es tan importante, que las abuelas hacen kanthas extra para que los nietos que puedan llegar a tener una vez se hayan muerto, tengan su propio kantha hecho por ellas.
Los kanthas originales son muy coloridos y tienen el aspecto rústico de lo auténtico, de lo hecho a mano, con puntadas infinitas y un poco irregulares y esa tela tan dulce y gastada… Tienen un aire boho, un tanto hippie, y se han puesto muy de moda en los últimos años. Gracias a ello, grupos de mujeres se organizan para coser y comercializar sus kanthas y, aunque se pierda un poco el sentido tradicional, se siguen haciendo a mano con saris usados y son una fuente de ingresos para muchas familias.
Da gusto verlas!
Este baby quilt pretende ser un pariente lejano de los kanthas, aunque lo único que tengan en común sea el tipo de acolchado. El top es de lino blanco y no lleva guata. Como soy una maniática de las fibras naturales, especialmente para bebés, le puse en el interior una capa de gasa 100% algodón y en la trasera un lienzo moreno muy fino también de algodón. Primero coloqué la gasa bien estirada, encima el lino y por último el lienzo moreno. Cosí las tres capas alrededor dejando un hueco para darle la vuelta. Luego cerré el hueco cosiéndolo a mano, lo planché muy bien y lo acolché como veis en las fotos. Como ninguna de las tres telas tenía cara buena o mala no tuve que preocuparme de cómo las colocaba. En el caso de que se use alguna tela estampada lo importante es poner el relleno y encima el top y la trasera con las caras buenas o estampadas juntas, y el resto del proceso igual.
Me gusta el contraste del lino con el lienzo de color natural, aunque después de muchos lavados se irá blanqueando y apenas habrá diferencia.
Para el acolchado utilicé tres cabos de mouliné en los colores que tenía a mano. Y, como veis, no me preocupé demasiado de que las puntadas fuesen muy regulares ni la líneas muy rectas. Esta licencia para la «imperfección» te permite dar rienda suelta a la imaginación, y a mi ya se me ocurren otras muchas ideas, por ejemplo utilizar hilo más grueso o lana, hacer dibujos en vez de rayas para darle un aspecto más infantil, escribir el nombre del niño o alguna frase o rima…
Finalmente, añadí estas borlas en las esquinas que le dan un toque gracioso. Las hice con perlé del número 8, el que suelo usar para acolchar. Tal vez hubiesen quedado mejor un poco más grandes y hechas con lana, pero…
Me gusta mucho trabajar con lino. Tiene, cómo decirlo… carácter, peso, sensación de fresco y natural. Lava perfectamente en agua muy caliente y no necesita plancha, porque ese aspecto arrugado le da todavía más encanto. Es perfecto para bebés alérgicos o para usar en verano. Ideal también para llevar a la playa porque una vez doblado no ocupa mucho espacio y además no se impregna de arena.
Y esto es todo de momento. Si me queréis contar qué os parece, estaré encantada de leer vuestros comentarios.
Besos
>¡<
A mí me parece precioso Ana. Tienes unas manos prodigiosas. Es muy fino, sencillo y natural. Me encanta.
Muchas gracias Eva! Besos!
Precioso por lo sencillo que es. Cada día se aprende algo nuevo contigo, gracias por compartir tus obras de arte!! Animo que ya huele a verano!! Besos
Gracias a ti, Meli! Sí, el verano está ahí! vaya ganas…!!! Besos!
Me encantó el post! Muy informativo, y tu labor genial! Besos!
Muchas gracias y muchos besos!
Eres genial Ana, me encantó lo bien que nos lo explicaste.
Eres toda una artista, como mi profe Geli, muchos besinos Ana. 😚😚😚