Hace tiempo hice un quilt para Adelaida que muchas ya conocéis. Ella tenía entonces unos 9 ó 10 años y fue un éxito total. Le encantó!
Es este. Si un día encuentro mejores fotos (que sé que las tengo), le dedicaré un post porque se lo merece.
Lo llamábamos «Mujeres del Mundo» y realmente rodó bastante por el mundo. Cuando Ade vino la primera vez a EEUU lo trajo, y luego, en cada viaje que hacía, siempre lo llevaba con ella. Con ella debajo del brazo, claro, porque ya os podéis imaginar cómo suelen ir las maletas! Lo llevaba en la cabina y lo usaba de almohada o para taparse. Luego lo poníamos en su cama. Yo también traigo siempre uno de mis quilts conmigo y lo pongo en un sitio bien visible para sentirme un poco más en mi casa.
Cuando íbamos a coger el avión para venir el verano pasado, pillamos un atasco monumental camino del aeropuerto. Llegamos con el tiempo justísimo, así que nos mal aparcaron a la puerta y nos tiramos del coche a toda leche. Con los nervios, las prisas y las despedidas, Adelaida se olvidó el quilt en el coche y para cuando se acordó ya estábamos sobrevolando el Atlántico.

Ade
Por eso, desde que llegamos aquí, a Hodgenville, quise hacerle otro para remplazarlo, pero la tarea no fue tan fácil. Le dije que escogiera el diseño y tardó meses en decidirse!(bueno, tampoco es que haya puesto mucho empeño en ello, la verdad). Y es que está en ese momento de su vida en el que:
- todo aquello que pueda parecer un poco infantiloide… no
- todo aquello que sea un poco rosa o pastel… no
- todo aquello que le pueda gustar a tu madre… no, no y no!
Por fin vio uno en una película de adolescentes. Era una peli de esas en las que se ven unas casas fantásticas, con unas cocinas enormes (como las de España!) y unas habitaciones de chica ideales. El quilt en cuestión era de molinillos, en dos colores y con unos bloques gigantes. Por más que quise convencerla para hacerlo de muchos colores y con telas estampadas… nada. Tenía que ser azul y liso, azul y liso…
Pues hecho! un pinwheel quilt (de molinillos) azul y liso!
La tela también la eligió ella. Le enseñé varios tonos azules de Moda Fabrics y se decidió por el azul Capri. Lo demás fue todo cosa mía. Aunque la quise implicar un poco parece ser que, ahora mismo, coser no es lo suyo 🙁
El procedimiento… ultrarrápido! Habría acabado el top en 3 días si no fuera porque me confundí al calcular la cantidad de tela y tuve que hacer otro pedido.
Os pongo alguna foto del proceso. Los primeros pasos son similares a los del Hourglass Quilt
Ponemos dos cuadros de cada color sobrepuestos (aquí, como son sólidos, no hay que tener cuidado con las caras buenas o malas de la tela). Marcamos la diagonal y cosemos a ambos lados de la raya, a 1/4″. Cortamos por la línea y conseguimos dos cuadrados formados por un triángulo de cada color.
Los pulimos y escuadramos.
Cosemos los cuadrados de dos en dos como en la foto de abajo, teniendo cuidado de que vayan todos en la misma dirección. Ojo con esto! Yo tuve que descoser unos cuantos que estaban al revés, lo cual me retrasó un poco y me puso de bastante mal humor!
Finalmente, formamos los molinillos cosiendo estas piezas de dos en dos. En este paso, lo complicado es que nos coincidan bien todos los puntos en el centro. Es, como todo en la vida, cuestión de práctica. Aquí, lógicamente, os enseño uno de los que mejor me quedaron, pero he de deciros que no todos están así de bien.
Cosí los bloques de 6 en 6, formando tiras, sin poner sashing entre ellos (porque el de la película no llevaba!) Y como últimamente todo lo hago cuadrado, cosí 6 tiras entre sí, formando un top de 6 por 6 bloques.
Aquí tenéis el top terminado. La foto está muy oscura porque hacía un día de perros, pero ya se ve que tiene muy buena pinta, eh!
En el interior le puse una guata de algodón 100% muy fina, de verano. Aquí hay tanta variedad de guatas que te vuelves loca. Al final escogí esta porque, como es un quilt «para llevar», ocupa menos. La tela de la trasera la eligió también Adelaida. Fuimos a una tienda de patchwork que tenemos por aquí cerca y no tardó ni 5 minutos en decidirse. Eso me gustó. Desde luego, hay aspectos en los que no se parece nada a mi!!!
Y el acolchado? Pues a mano, con hilo de perlé banco del número 12, a puntadas grandes e irregulares (que se vea bien que es a mano!) y sin bastidor, pero muy bien hilvanado para que nada se desplace. Como es un diseño geométrico, marqué las líneas de acolchado con la Hera como os expliqué aquí.
Y para terminar, como véis, lo cerré con una tira muy estrecha para respetar el 1/4″ del diseño de los bloques. Otro día os cuento el tema del «binding» y de cómo me gusta cerrar mis quilts.
Nunca antes había hecho un quilt de 2 colores. Y me encantó! Es algo muy clásico pero vibrante y luminoso. Puede parecer un poco repetitivo coser tantos bloques iguales, pero como se hace tan rápido no te da tiempo a aburrirte, es más, te relaja no tener que andar pensando en cómo combinar las telas, os lo aseguro!
La medida final es 72″ por 72″, lo que en centímetros es 150 por 150, más o menos. No es un quilt pequeño, pero con esta guata tan fina mirad qué poco ocupa. Y a la hora de acolchar… una gozada!
Listo para ir de picnic!
Feliz fin de semana! Tanto si vais de picnic como si no!
Besos >¡<
Ana, precioso el quilt de Adelaida, escogió un tono muy guapo, y la trasera le viene muy bien.
Eres una artista, en tan poco tiempo terminar los molinos no es moco de pavo, nosotras estamos haciendo una de molinos y nos va a durar hasta el día del juicio final, un besin Ana de todas las chicas y mio en especial.