¿Qué se puede hacer en una tarde lluviosa de primavera? Afuera huele muy bien, parece que el agua aviva los olores, pero aquí huele muchísimo mejor. El aroma que sale de la cocina inunda toda la casa y lo tengo claro… esto es lo mejor que se puede hacer una tarde lluviosa de primavera! Un trozo de esta tarta con un té, y a mí que me dejen de barbacoas!!!
Una de las cosas buenas que tiene vivir aquí es que puedes encontrar fácilmente todos esos ingredientes raros que te suenan de las películas y que nunca probaste. Si se tratara de carne, ni me molestaría en intentarlo, pero si me pones junto «verdura» y postre ya me empiezo a emocionar. Puse esta foto en Instagram y en Facebook y alguno preguntó «¿ruibarbo? ¿qué ye eso?» Pues esto es el ruibarbo…
los tallos de una planta muy, muy parecidos al apio, pero de ese color rojo brillante tan alucinante. Tiene un sabor cítrico más suave que el limón y se suele usar en recetas dulces: compotas, mermeladas y, sobre todo, tartas. Siempre que lo veo en la sección de verduras me quedo hipnotizada
así que estuve buscando recetas para probarlo. Vi un montón de cosas apetecibles y me decidí por esta de Martha Stewart. Me salió una tarta buenísima, con ese aspecto tan rústico pero deliciosa.
La receta, la verdad, no tiene ningún secreto: una buena masa sablé y un relleno de fresas, ruibarbo, azúcar y harina de maíz (Maizena) para que el jugo que sueltan las fresas espese y se convierta en una especie de gelatina, de esta forma la masa no se humedece tanto y queda bien crujiente.
Como alguien me pidió la receta, me apeteció hacer esta entrada, así que repetí la tarta «solo» para hacer las fotos 😀
Os la recomiendo mucho-mucho porque, aunque no encontréis ruibarbo, está igualmente riquísima con fresas solas, con frambuesas, nectarinas o cualquier otra fruta que al cocer suelte bastante jugo. No es excesivamente dulce y tiene ese toque un poco ácido delicioso. Una vez fría, acompañada de una bola de helado de vainilla o un poco de crema fresca está total!
La receta original la podéis encontrar en inglés aquí . Esta vez, raro para mi, fui bastante fiel a las instrucciones. Lo único que no hice fue añadir mantequilla por encima de las fresas antes de colocar el enrejado.
Para hacer la masa hacen falta estos ingredientes:
- 300 gr de harina
- una cucharada de azúcar
- una pizca generosa de sal
- 225 gr de mantequilla fría cortada en trozos pequeños
- 3 cucharadas de agua helada (tal vez necesites un poco más)
Ponemos todo en un bol, menos el agua, y vamos amasando con los dedos, desmenuzando la mantequilla y mezclándola con la harina, hasta conseguir una mezcla arenosa similar al pan rallado. Entonces añadimos poco a poco el agua mientras trabajamos, hasta que la masa nos quede como una plastilina suave, pero no pegajosa. Como lleva mucha mantequilla, no conviene pasarse con el amasado. Hacemos dos bolas y las aplastamos formando unos discos gorditos. Los envolvemos en film y los ponemos en la nevera una hora más o menos, hasta que la masa quede firme.
El relleno lleva:
- 750 gr de ruibarbo
- 250 gr de fresas
- 300 gr de azúcar
- 2 cucharadas de Maizena
- una cucharada de zumo de naranja y un poco de su ralladura
- una pizca de sal gorda
Una vez que tenemos refrigerada la masa, precalentamos el horno a 180º y mientras tanto hacemos el relleno. En la mayoría de las recetas que vi pelaban el ruibarbo. En esta no, pero yo lo hice por si acaso luego quedaba muy fibroso.
Hasta los residuos son una hermosura!!! Da pena tirarlos!
Una vez pelado el ruibarbo, lo picamos en trozos como de uno o dos cm. Hacemos lo mismo con las fresas, lo mezclamos todo con el resto de los ingredientes y lo reservamos.
Preparamos la base. Para ello cogemos uno de los discos de masa y la estiramos en una superficie enharinada con un rodillo hasta que tenga aproximadamente medio cm de grosor. Lo colocamos en un molde de tarta engrasado o forrado de papel de hornear y le ponemos encima el relleno. Lo metemos todo en la nevera mientras preparamos las tiras del enrejado.
Cogemos el otro disco de masa y lo estiramos de la misma forma. Lo cortamos en unas 12-14 tiras de unos 2 cm de ancho. Colocamos todas las tiras horizontales sobre el relleno y vamos retirando hacia la derecha una tira sí y otra no. Ponemos la primera tira vertical y devolvemos a su sitio las horizontales que habíamos retirado. Ahora llevamos a la derecha las que antes habíamos dejado e intercalamos una segunda tira vertical… y así sucesivamente para conseguir que las tiras formen una reja, como veis aquí.
Recortamos todos los sobrantes y hacemos un borde bonito pellizcándolo con los dedos. No hace falta molestarse mucho porque, como veis en la primera foto, durante el horneado, el relleno se sale por los agujeros y el borde apenas se aprecia.
Ahora hay que meterla de nuevo en la nevera durante al menos media hora. Cuando la saquemos la pincelamos con huevo batido y la espolvoreamos generosamente de azúcar, Yo utilicé azúcar moreno por eso quedó tan tostada, pero podéis usar la que queráis.
Lista para el horno! La colocamos en la posición media con calor arriba y abajo. Si la ponemos sobre una rejilla hay que tener la precaución de colocar debajo una bandeja o un trozo de papel de hornear para que recoja el jugo que se va desbordando durante la cocción, así nos evitamos tener que limpiarlo luego. El horneado lleva casi una hora y media. Sabemos que está lista cuando el relleno burbujea vigorosamente en el centro y la masa de las tiras está dorada.
Os animo a prepararla. Aunque es un poco laboriosa, el resultado lo merece y seguro que repetís. Yo, a veces, hago el doble de masa. Como no lleva huevo aguanta muy bien en la nevera, envuelta en film, durante una semana o incluso más. Cuando la vayáis a usar la tenéis que sacar con un poco de antelación para que atempere, pero está igual de rica. Y también se puede congelar.
Y como lo mío, aparte de la repostería, es el patchwork, me apeteció hacer este bloque «alusivo» para añadir a mi Splendid Sampler. Ya os expliqué un poco y os enseñé algo aquí. Últimamente lo tengo bastante abandonado porque me tropecé con un par de bloques que no me gustan nada (aquí entre nosotros…) y me quedé ahí, enfrentándome al dilema de si hacerlos o no. Finalmente decidí que no. Yo esto lo hago por diversión, por mirar y remirar los bloques que voy terminando y pensar «qué belleza!». Y hacer algo que no me gusta no me divierte en absoluto, la verdad. Además, van a ser 100 bloques! Así que voy a hacer solo los que me gustan, más algún otro que improvise, y hasta donde llegue… ya veremos.

Tarta de Cerezas
Qué os parece? Os recuerda un poco a mi tarta? Esta lleva cerezas en vez de fresas. Otra opción interesante!
Os deseo un feliz fin de semana y si os animáis a hacer la tarta, disfrutadla!
Besos >¡<
I’ll try!!! Qué buena pinta Ana….yo nunca he comido ruibarbo pero ya solo con las fresas tiene que estar deliciosa. Lucía, la amiga mía de Prendes, tiene ruibarbo en el huerto y es verdad que tiene un color……
Besinos para los tres 😘😘😘
Sí, Meli, tienes q la probar! Hay una receta de pasta brisa de la Thermo, muy fácil ,q tb sale muy buena y ahora las fresas están de temporada. Yo no estoy muy repostera últimamente. Ya sabes… la dieta!!! Además, cada vez estoy más convencida de q los azùcares y la harina me sientan fatal. Tanto abusé…!!! Jeje! Estoy haciendo terapia de desintoxicación, pero qué duro!!! A veces hago algo así para quitar el mono😂
Susi tb tuvo ruibarbo, aunque yo no llegué a probarlo. Tb lo vi alguna vez en el Supercor, debe tener una temporada muy corta y no es muy popular. Pero ya te digo q se puede prescindir. Recuerdo haber hecho una parecida con nectarinas y frambuesas y estaba de muerte!
Besos para la family y para las chicas❤️❤️❤️
Y para ti, claro😘😘😘